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martes, 23 de febrero de 2016

Trastorno Dismórfico Corporal

Es un trastorno en el cual una persona piensa que tiene un defecto físico ,o cree que un 
defecto leve es mucho peor de lo que en realidad es. La persona llega a preocuparse de tal manera con la idea, que esta la perturba e interfiere en su vida. Suele comenzar en la adolescencia, pero puede afectar a grupos de todas las edades, y se da tanto en hombres como en mujeres.Muchas personas se preocupan por pensar que tienen algún defecto físico, pero estos pensamientos, por lo general, van y vienen. Quien padece de un trastorno dismórfico corporal está tan preocupado por su apariencia, que esto le afecta de manera considerable la vida. Por lo general, el defecto percibido es mínimo o imaginario. La preocupación puede ser con respecto a cualquier parte del cuerpo. Es frecuente que las personas que padecen de un trastorno dismórfico corporal se preocupen por alguna parte de la cara, por ejemplo, la nariz, el pelo, el cutis, los ojos, el mentón y los labios. La queja más frecuente es que algo es demasiado grande o demasiado pequeño, o bien desproporcionado.Las personas a las que se les diagnostica este trastorno mental, suelen ser extremadamente críticas con su físico o su imagen corporal, aunque no haya un defecto que pueda justificar dicha crítica. Algunos lo han definido como una intensa experiencia de fealdad o anormalidad que suele ser sobrevalorada y exagerada. Esta percepción puede hacer que eviten ver su imagen en cualquier sitio (evitan salir en fotos o quitan espejos) o bien que se expongan constantemente para observar los defectos que refieren tener en sus cuerpos.  Algunos pueden llegar a invertir horas al día mirándose al espejo como un acto compulsivo  (lo que sería un ritual). Estas personas tienen una preocupación excesiva por el aspecto físico y tienen miedo a parecer poco atractivos o incluso deformes.

Albertina López
Psicóloga Clínica

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