La homofobia es un trastorno mental que hace referencia a la aversión contra hombres o mujeres homosexuales, aunque generalmente también se incluye a las demás personas que integran a la diversidad sexual, como es el caso de las personas bisexuales o transexuales, y las que mantienen actitudes o hábitos comúnmente asociados al otro sexo, como los metrosexuales y los hombres con ademanes tenidos por femeniles o las mujeres con ademanes tenidos por varoniles. El adjetivo es «homófobo» u «homofóbico».
La homofobia puede tomar diferentes formas, lo que incluye actitudes y creencias negativas, aversión o prejuicios contra las personas bisexuales, lesbianas o gays. Por lo general, se basan en un miedo irracional y en malentendidos. La homofobia de algunas personas puede tener origen en creencias religiosas conservadoras muy arraigadas. Algunas personas pueden tener creencias homofóbicas si se las inculcaron sus padres o familiares.
Homofobia internalizada
La homofobia internalizada se relaciona con las personas homofóbicas que experimentan atracción por personas de su mismo sexo. A veces, alguien puede tener actitudes y creencias negativas sobre aquellos que se sienten atraídos por personas del mismo sexo y, luego, volver esas creencias negativas contra sí mismo, en vez de aceptar sus propios deseos. Esto puede implicar que se sientan incómodos con sus propios sentimientos de atracción hacia personas de su mismo sexo y que los desaprueben; que nunca acepten esa atracción; o que nunca se identifiquen como lesbiana, gay o bisexual.
Las personas que lidian con homofobia internalizada pueden sentir la necesidad de “demostrar” que son heterosexuales, exhibir un comportamiento muy estereotipado de mujer u hombre heterosexual o, incluso, discriminar y amedrentar a las personas abiertamente gays.
Divulgación no deseada
La divulgación no deseada es el acto de revelar la orientación sexual de otra persona sin su consentimiento. Si compartes información sobre la orientación sexual de otra persona en contra de sus deseos, te arriesgas a afectar su vida de manera muy negativa al hacerla sentir avergonzada, enojada o vulnerable.
Además, puedes ponerla en riesgo de ser discriminada y de sufrir violencia. Si alguien comparte su orientación contigo, recuerda que es información muy personal y que es un honor que hayan confiado en ti tanto como para contarte. Consulta siempre cuánto de esa información puedes compartir con otras personas y respeta sus deseos.
Recuerda: la homosexualidad no es una enfermedad, la homofobia si. Tu puedes curarte liberándote del odio y de la intolerancia.
Clínica de Salud Mental Libera tus Emociones.
Licda. Albertína López
Psicóloga Clínica
