Desde tiempos remotos se ha reforzado la idea de que la hombría y la virilidad dependen del tamaño del pene. En consecuencia, cuando el varón considera que la longitud de su miembro es insuficiente, presenta baja autoestima e irritabilidad.
El pene ha sido tradicionalmente una obsesión masculina y su tamaño es cuestión que preocupa a la mayoría de los hombres, quienes con frecuencia se comparan con los demás y piensan que el suyo es más pequeño (síndrome del vestuario); en consecuencia, sufren frustraciones, soledad y obesidad. Se considera que la idea de tener un pene demasiado corto es comparable a la idea de las mujeres de tener pechos demasiado pequeños o al menos eso se quiere creer. Cosa que es incierta.
El aumento del consumo de películas pornográficas y de imágenes en internet que muestran penes sobredimensionados “distorsionan lo que se considera normal” y provoca un gran malestar en algunos hombres que llegan a obsesionarse por el tamaño de su miembro.
Es por ello que las personas que sufren de ésta enfermedad, buscan muchas maneras de poder agrandarse el miembro a tal grado de exageración. No se sienten bien consigo mismos ya que sufren de ansiedad sobre su imagen corporal, depresión, obsesión, sufren de baja autoestima, no tiene relaciones sexuales, y mucho temor; cuando su situación no es real.
"Existe una imagen idealizada del tamaño del pene que proporciona una visión distorsionada de lo que es normal".
Licda. Albertína López
Psicóloga Clínica

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