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domingo, 24 de septiembre de 2017

¿ Adictos a las bebidas alcohólicas?

Igual que otras sustancias adictivas, como la cocaína y las anfetaminas, el consumo de alcohol provoca la liberación de endorfinas, unos compuestos químicos opioides que se adhieren a receptores en los centros de recompensa del cerebro provocando la sensación de placer que produce el alcohol.
Esto revela, que independientemente de cuánto beba una persona, el consumo de alcohol produce la liberación de endorfinas en esas dos regiones cerebrales.
Observaron que cuantas más endorfinas se liberaban en el núcleo accumbens(grado de neuronas del encéfalo), mayor era el sentimiento de placer del individuo, tanto bebedor como no bebedor.
Sin embargo, cuantas más endorfinas se liberaban en la corteza orbitofrontal, mayor era el sentimiento de intoxicación que experimentaban los bebedores excesivos.
Según los científicos, esto muestra cómo las endorfinas contribuyen a largo plazo al abuso del alcohol y cómo la liberación de grandes cantidades de endorfinas provoca que la bebida alcohólica sea más placentera.
Lo cual a su vez contribuye a querer beber más.

La ruta metabólica que sigue el alcohol cuando se consume no tiene nada que ver con el proceso digestivo normal. Éste pasa por el estómago al duodeno, donde se absorbe; posteriormente al torrente sanguíneo, lo que produce irritación y estimula la secreción de jugos gástricos así como procesos inflamatorios de esófago y estómago, gastritis y úlceras.

En unos pocos minutos llega el alcohol al cerebro, donde actúa y donde se aprecian los mayores efectos.
El consumo excesivo de alcohol (grandes cantidades) en un corto período de tiempo puede producir la muerte.

El alcohol es un tóxico que, circulando por la sangre, alcanza todos los órganos y sistemas del organismo, por lo que se pueden producir importantes y múltiples problemas relacionados con su consumo: afecta a la respiración intracelular, la producción de neurotransmisores y el metabolismo.

En el bebedor habitual aparece el síndrome de abstinencia tras una privación de bebida de uno a cinco días. En este síndrome de abstinencia se dan síntomas orgánicos, neurovegetativos y psíquicos.

Los motivos de consumo de alcohol son variados en función de la finalidad de los consumos, pero la mayoría de personas que consumen bebidas alcohólicas plantean hacerlo por:
•  Sentirse aceptados por un grupo.
  Buscando efectos de bienestar.
  Para divertirse.
•  Como facilitador de las relaciones sociales, para vencer la timidez.
•  Como  ruta de escape a los problemas, etc.
También es importante destacar que el hígado humano no es capaz de metabolizar más de 9 grs. de alcohol por hora, por lo que, las ingestas de grandes cantidades en periodos cortos de tiempo aumentan el riesgo de sufrir intoxicación aguda con graves consecuencias para la salud, inclusive coma y fallecimiento.
Clínica de Salud Mental Libera tus Emociones
Licda. Albertína López
Psicóloga Clínica

viernes, 22 de septiembre de 2017

"Cuando una relación amorosa termina"... ¿ Qué pasa en mi cerebro?

Cuando estás enamorad@, tu cerebro libera más dopamina, la hormona que te hace feliz, de hecho, el enamoramiento es equiparable a la satisfacción que experimentas cuando consumes una droga como la cocaína, por ejemplo.

Pero cuando la relación termina, tu cerebro no asimila de manera inmediata la respuesta, por lo que esos químicos que  te hacían sentir tan bien alcanzan su nivel más bajo haciendo que experimentes ansiedad y esa necesidad de volver a sentir la sensación, justo como un adicto que  consume drogas.

La falta de dopamina empieza a afectar otras áreas del cerebro, anulando así el control del área de las emociones. Eso explica que hagas algunas locuras como llamarle cuando bebiste, ir a buscarle a su casa, saber de él/ella  por medio de sus amig@s, etcétera.


Sin embargo, ahí te va un dato interesante: tú no extrañas a la persona querida como tal, sino la sensación que te brindaba estar a su lado, y esa liberación de dopamina que hacía a tu cerebro sentirse tan bien.


Te vas acostumbrando a que estas sustancias estén en el cerebro y cuando hay una ruptura, sufren una sensación de abstinencia, de pérdida y experimentan la necesidad de volver a producir esas sustancias. Por eso terminar una relación amorosa puede ser tan doloroso”.
“Cuando te vinculas con alguien que cumple tus expectativas se genera una dependencia emocional muy fuerte porque llena un vacío. Es como si percibiéramos que necesitamos estar con esa persona para estar completos. Esa relación no se establece fácilmente, por eso tampoco es fácil terminarla”
Las experiencias intensas, como las que causan mucho miedo o los amores apasionados, crean neurocircuitos muy resistentes. Eso significa que, cuando queremos superarlos, el cerebro no va tan rápido como nos gustaría.

Ahora bien...entre más larga sea la relación, más daño en el cerebro.


Mientras más tiempo hayas estado en una relación, los efectos neurológicos son más profundos, por eso cualquier acto como ir a caminar, leer, visitar a conocidos, etcétera, los relacionas con las experiencias del pasado que viviste con tu pareja, te ayudaran a mantener esa sensación de pérdida.

Así como un espacio, un sabor o una canción pueden ser también estímulos que se recuerdan.  Pero, como son reacciones del cerebro, no hay que interpretarlas como una situación que nunca se podrá superar. Es solo cuestión de tiempo que el cerebro vaya generando marcadores nuevos y asocie los estímulos viejos con sensaciones nuevas.

Clínica de Salud Mental Libera tus Emociones
Licda. Albertína López
Psicóloga Clínica