Los síntomas, sobre todo, se basan en una muy baja autoestima, además de una incapacidad para esperar los premios que creen que merecen o para tolerar la frustración. Además, si se sufre este síndrome se tiene una falsa sensación de privilegios, una pérdida de motivación futura, una baja valoración de si mismo, etc.
La affluenza no es simplemente la enfermedad de las personas ricas, sino que nos separa a los unos de los otros dentro de una sociedad, e incluso puede llegar a separarnos de nosotros mismos.
El síndrome del niño rico se suele usar para designar a aquellos niños que se creen que tienen derecho a todo, son irresponsables y siempre se justifica su mala conducta. No solo se da en familias de clase alta, sino que la clase media también está intentado que sus hijos tengan de todo. Aquí aparece un pensamiento, algo generalizado, de intentar dar a los hijos todo lo que en un pasado no se pudo tener.
“El niño que ha sido mimado toda su vida, puede llegar a tener problemas serios más adelante en su vida, así como dificultades de carácter emocional. Algunas consecuencias son: consumo excesivo de alcohol o marihuana, un trato discriminatorio hacia los demás y serios problemas de conducta, o una actitud perezosa y poco tolerante a la frustración, por no tener que preocuparse nunca de ganarse las cosas y haber recibido siempre lo que ha querido”.
Licda. Albertína López
Psicóloga Clínica
Clínica de Salud Mental Libera Tus Emociones

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