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viernes, 24 de junio de 2016

Violencia Silenciosa (mujeres violentas)

Pueden ser exigentes y severas o también muy cariñosas y atentas, pero cuando se dispara una situación que les provoca ira, actúan insultando, descalificando, golpeando o poniendo castigos desmesurados para lo que suponen una falta. De un estado de ánimo calmo pasan al impulso agresivo sin medias tintas y ello produce en el cónyuge y en los hijos terribles confusiones; una mamá normal de pronto se vuelve una amenaza imparable; los chicos no la pueden reconocer y, con el tiempo, al repetirse una y otra vez estas conductas, crecen con miedo y desconfianza, se sienten malos ellos mismos y pueden llegar a desarrollar enfermedades psicosomáticas o psiquiátricas. Existen madres que llevan a los niños al médico diciendo que se cayeron en la escuela cuando han sido ellas las que los castigaron y, al tomar conciencia de la gravedad del hecho, se asustan pero no saben como controlar sus impulsos y estas consultas médicas se repiten una y otra vez, inclusive, a escondidas del marido.
Qué le sucede a una mujer para que actúe de ese modo?
Siente que está acorralada por ciertas situaciones que se le escapan de las manos; exigencias sobre ella misma que no puede afrontar, sensación de impotencia; se siente amenazada por la oposición de los demás o desbordada por lo que siente como falta de apoyo y colaboración en situaciones domésticas o de otro tipo. En oportunidades las exigencias que tiene que afrontar no son imaginarias sino reales, pero no sabe como pedir ayuda y muchas veces ella misma presenta ante la familia una imagen de autosuficiencia, por lo cual nadie supone que necesita colaboración o ayuda. Su irritación, entre tanto, va creciendo, sin poder encontrar modos correctos y asertivos para manejarse frente a determinadas circunstancias con sus seres queridos. Debemos señalar, que ella realmente ama a su familia pero proviene de un entorno disfuncional que le mostró ejemplos que ella absorbió como válidos y los reitera.
¿La violencia es siempre hacia el marido y los hijos o también hacia otras personas de la familia?
La personalidad con rasgos violentos acciona hacia cualquier miembro de la familia, el único límite es la posibilidad del otro de rechazar la agresión. Pueden agredir a padres ancianos, a suegros o a la mucama, si estos no tienen la capacidad de frenar esta conducta.
Hay que entender que habitualmente la mujer puede ser muy afectuosa y razonable pero de pronto, estalla incontrolablemente tomando por sorpresa a la persona que está con ella. Existen sin embargo matices de violencia; a veces la agresión es más sutil, aunque no menos dañina para el otro, a través de la ironía o la burla.
Albertína López
Psicóloga Clínica

lunes, 20 de junio de 2016

El Maldito Don de Recordar Hasta el Más Mínimo Detalle

Existen personas reales que poseen un extraño super-poder cerebral, la Hipermnesia, una rara cualidad que les permite recordar absolutamente todo. La persona con hipermnesia recordaría uno por uno cada vehículo, cada planta, cada camisa que ha ido viendo durante su vida. Y no sólo eso, sino que recordaría también cada ubicación en el momento en que se encontraba del día, las personas que estaban y hasta el más mínimo detalle de esa situación, que, para otra persona pasaría desapercibido. Imagina por un momento como sería poder recordar como fue vuestro primer día de colegio, la ropa que vestías en nuestro primer día de trabajo, cada una de las palabras del diccionario, tú primer beso, cualquier libro que leíste y lo que comiste el día 25 de Septiembre de 1999. Nada se borra: quien te insultó en el patio del colegio, todas las palabras dañinas, todo el dolor que has pasado en tu vida, o la música que sonaba y cada detalle de la habitación en la que tu novia te rompió el corazón.
Pasada la emoción inicial, vivir sin poder olvidar se convierte en una pesada carga. El cerebro humano necesita dejar cosas atrás para poder seguir adelante, para continuar con nuestras vidas, curar las heridas y superar los traumas.
Llegados a este punto sabemos que las personas que padecen hipermnesia no tienen una vida fácil, no son más listos o más felices que el resto de los humanos y su prodigiosa memoria es tan detallado que encuentra serios problemas para filtrar la información y distinguir lo básico de lo importante. Por poner un ejemplo, si le pedimos a una persona con hipermnesia que recuerde un modelo concreto de un coche, en ese momento, pasarán por su cabeza imágenes y datos de todos los modelos, matrículas y colores que ha ido viendo a lo largo de su vida. Son como enciclopedias humanas o mas bien pareciera que fuera Google.
Albertína López
Psicóloga Clínica